Los presupuestos de las obras de gobierno tienen su razón de ser, permiten tener una inversión y un gasto controlado y el incumplimiento de cualquiera de estos, debería de requerir la aprobación del congreso. Si no se tiene esa aprobación y se ejerce, alguien tiene que dar cuentas y enfrentar hasta la cárcel. El pedir préstamos a diestra y siniestra nomas porque se tiene disponible el crédito o desviar fondos de otros programas sociales debe ser ilegal.