Ya ni llorar es bueno para Marcelo Ebrard, las cartas ya están echadas en su hasta hoy partido, y no le quedará más, que aceptar la opción de Movimiento Ciudadano
Ya ni llorar es bueno para Marcelo Ebrard, las cartas ya están echadas en su hasta hoy partido, y no le quedará más, que aceptar la opción de Movimiento Ciudadano